lunes, 27 de abril de 2015

Volando a casa: Florianópolis --> Rosario

Después de poco más de 8 meses llegó el día de volver a casa, volver a ver a la familia y los amigos. El cielo estaba gris y caían algunas gotas, la ciudad lloraba mi partida. Tomé un taxi y llegué al aeropuerto de Florianópolis apenas pasadas las 8 de la mañana. Haciendo la fila del check-in logré escuchar que el chico de Gol le decía a los pasajeros delante de mí que el avión estaba en mantenimiento y que el vuelo podía ser cancelado. Yo ya pensaba en la posibilidad de remarcar el vuelo y quedarme en Floripa unos día más. Justo cuando llegó mi turno llegó la información de que el avión ya estaba OK y podía embarcar sin problemas. Como estaba lloviendo y no había mangas para subir el avión, había una persona que nos daba un paraguas en la puerta de salida y otro que lo recibía antes de subir la escalera del avión.


Salimos unos 15 minutos demorados pero por suerte no afectó mi conexión de solo 1 hora y 25 minutos en Guarulhos (San Pablo). El vuelo fue tranquilo y super rápido, en 55 minutos ya estábamos en la ciudad más populosa de Brasil. En el aeropuerto fui al baño y enseguida me fui a la puerta de embarque del vuelo a Rosario, donde los pasajeros ya estaban entregando sus tickets para subir al avión. No tuve que esperar ni 5 minutos, la mejor conexión de la historia (o de mi historia por lo menos).




En el vuelo a Rosario ya me sentía local, lleno de argentinos volviendo de sus vacaciones en las playas brasileñas. El vuelo también fue tranquilo, para el almuerzo nos dieron un sándwich que comí con mucho gusto porque estaba con bastante hambre. Luego de 2 horas y 50 minutos estábamos aterrizando en suelo rosarino. 


A diferencia de Florianópolis, en Rosario el clima estaba cálido y soleado, con 26 grados. Sellaron mi pasaporte, busqué mis valijas y me dispuse a travesar la puerta de salida... ahí pude divisar a mis papás que me estaban esperando con un cartel de bienvenida y un ramo de flores! (habían pasado más de 4 meses sin vernos).

Fue un buen viaje y una feliz bienvenida... Argentina voltei!



domingo, 19 de abril de 2015

5 tips para que entre todo en la valija

Muchas veces, cuando tenemos que viajar en avión nos encontramos frente a un gran desafío: hacer entrar todo en la valija. En mi caso son dos, una mediana y una pequeña, y el problema es que ando bastante cargada y no puedo exceder el límite de peso de 23 kg. Parece mucho pero se alcanza fácil. Por eso estuve pensando algunas estrategias que les comparto a continuación:

1- Enrollar la ropa. 
Vi en internet que algunos viajeros aconsejaban este peculiar modo de guardar la ropa en la valija y decidí probarlo. Supuestamente, además de ahorrar espacio evita que las prendas se arruguen. Pronto podré comprobarlo.

   
2- Usar el calzado más grande para viajar (botas o zapatillas). 
En mi caso se trata de un par de zapatillas deportivas. Son las más grandes y, por lo tanto, las que más espacio ocuparían en la valija. Por supuesto, son las elegidas para usar el día de mi viaje (genial, porque también son las más cómodas).

3- Llenar hasta el tope la mochila o bolso de mano.
Si el cargamento es grande y el lugar en la valija es limitado, una buena opción es equilibrar la carga haciendo uso y abuso de la mochila o bolso de mano. (Pero nada líquido o cremoso porque no se puede!)




4- Llevar las camperas afuera de la valija (aunque no haga tanto frío).
Al igual que con las zapatillas, las prendas que ocupan más espacio en la valija hay que llevarlas puestas. Por eso hay que enchufarse la campera haga frío o calor; se ahorra mucho espacio y nos podemos librar de ella tranquilamente una vez adentro del avión.

5- Llevar cosas pesadas en el bolso de mano (siempre que se puedan llevar en el bolso de mano).
Como dije antes, existe un límite en el peso del equipaje que podemos llevar (23 kg). Por eso, si tenemos algo bastante pesado será mejor llevarlo en la mochila. Equilibrar el peso entre la valija y el equipaje de mano es siempre una buena idea cuando tememos sobrepasar ese límite.

sábado, 11 de abril de 2015

Buenos hábitos florianopolitanos

Hay tres cosas que me sorprendieron gratamente transitando por las calles de Florianópolis. En sentido de seguridad vial, los brasileros parecen tener más conciencia y respeto que los argentinos. Digo esto porque pude evidenciar repetidos ejemplos durante los once meses que viví por acá. 

En primer lugar, quedé sorprendida ante el hecho de que la gran mayoría de los autos frenan ante la presencia de un peatón frente a la senda peatonal. Al estar acostumbrada al tránsito de Rosario, mi instinto era quedarme esperando en la vereda hasta que algún auto se dignara a parar. Al percibir que los autos frenaban para ceder el paso, haya siquiera una sola persona, hacía que abriera los ojos como platos. En Rosario me podía quedar toda la tarde esperando en la esquina si de los conductores dependiera...


En segundo lugar, me sorprendió gratamente el hecho de que todos los motociclistas usan casco. Al decir todos digo TODOS, ya que nunca vi un solo motociclista sin casco. Me gustaría mucho poder ver eso en las calles argentinas.

En tercer y último lugar, me llevé otra sorpresa al observar que hasta los ciclistas usan casco en Florianópolis! Un día me senté en un banco frente a la Avenida Beiramar y me puse a ver a los ciclistas que pasaban por la ciclovía. La mayoría usaba casco, y no sólo los profesionales sino también los "amateurs". Tomé algunas fotos para registrar ese gran hallazgo:




No sé si estas conductas se deben a campañas viales realmente eficientes o si los brasileños son naturalmente más concientes de su seguridad y la de los demás; lo que sé es que estos hábitos hablan muy bien de ellos y sería muy bueno que todos en Argentina pudiéramos imitarlos.

domingo, 5 de abril de 2015

La Pascua en Brasil

La Pascua en Brasil no es muy diferente de la Pascua en Argentina. Para los más religiosos un momento de sacrificio, espiritualidad y, finalmente (el domingo) regocijo, y para el resto de los mortales una buena oportunidad para comer mucho chocolate y viajar.


Hablando de chocolate.. en Brasil existe una variedad enorme de huevos de pascua. Teniendo en cuenta que aquí se encuentran las fábricas de Nestlé, Garoto y Lacta, es posible encontrar huevos de todos los tipos y tamaños. Desde principios de marzo los pasillos de los supermercados están repletos de huevos para todos los gustos.




Por supuesto, los niños son los que más disfrutan de esta época. Los huevos, en su mayoría, están pensados especialmente para ellos. Algo que me sorprendió bastante son las sorpresas. Vendrían a ser sorpresas con huevo más que huevos con sorpresa. Este año pude ver algunos que venían con auriculares, pequeños amplificadores de sonido, tazas, vasos, muñecos de peluche, valijitas... para que los niños (y no tan niños) enloquezcan!



Argentinos y brasileros compartimos entonces la tradición de los huevos de chocolate, pero hay una diferencia. Mientras en Argentina comemos la tradicional "Rosca de Pascua", acá se acostumbra comer la "colomba de Pascua". Es un dulce típico de Italia, parecido a un pan dulce y, como su nombre lo indica, con forma de paloma (en italiano colomba).

Por mi parte, ya recibí unos ricos huevitos y chocolates varios.. sólo resta degustarlos y desearles a todos unas.. Felices pascuas!!