sábado, 28 de febrero de 2015

Lo mejor de trabajar en un hostel

Hace 7 meses que trabajo como recepcionista en un hostel en Florianópolis, más precisamente en "Lagoa da Conceição", una zona donde suelen confluir jóvenes mochileros y estudiantes de intercambio. Para mí, es un trabajo muy buena onda por las siguientes razones:

1 - Se hacen nuevos amigos:

Muchas veces, después de charlas, comidas o salidas compartidas, los huéspedes pasan a convertirse en amigos. Manteniendo el contacto a través de internet, es lindo ver cómo continúan sus viajes por Sudamérica. Tener amigos por todo el mundo también es una buena excusa/oportunidad para viajar y visitarlos más tarde.



2 - Se aprenden cosas nuevas:

Siempre se aprende algo nuevo trabajando en un hostel. Por ejemplo, cuando llega algún huésped de alguna ciudad remota de Finlandia, Suecia o Noruega, es una buena chance para ampliar los conocimientos de Geografía. Se aprenden también muchos datos curiosos o costumbres de otros lugares hasta entonces desconocidos o inimaginables.

3 - Se practican idiomas:

Me gustan mucho los idiomas, hablo inglés y portugués fluídos e italiano nivel intermedio. Trabajar como recepcionista en un hostel hace que pueda practicar estos idiomas todo el tiempo y de una forma divertida, conversando con huépedes de diferentes partes del mundo. Además, con ellos siempre se aprende alguna frase o palabra nueva para incorporar al vocabulario.




4 - Se reciben invitaciones inesperadas:

Algunas veces, los huéspedes pueden invitarte a comer con ellos. Es una excelente oportunidad para probar platos típicos de diferentes lugares del mundo. Yo pude probar un dulce griego llamado Pitta, Hummus preparado por israelitas y pancakes hechos por un australiano y un inglés, entre otras comidas. Por otro lado, también pueden invitarte a salir a tomar algo, después del trabajo claro. Las salidas con nuevos amigos internacionales suelen ser muy divertidas, llenas de risas y confusión lingüística.

5 - Se trabaja en un ambiente informal:

El ambiente de trabajo en un hostel es realmente informal y eso es algo muy positivo. Por ejemplo, cuando tenés un rato libre porque todos los huéspedes se fueron a la playa, podés mirar una serie en la computadora o algún programa en la TV. Los momentos para comer son totalmente flexibles, básicamente cuando se tiene hambre y, cuando el jefe lo permite, hasta es posible tomarse una cervecita o caipirinha.

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